Cinco versículos de la Biblia que nos enseñan sobre el Espíritu Santo

Las Escrituras son una parte esencial de la vida de los Santos de los Últimos Días
La doctrina mormona enseña que podemos sentir la influencia del Espíritu santo cuando leemos la palabra de Dios.

Como otros cristianos, los mormones, también conocidos como Santos de los Últimos Días, creen en las enseñanzas bíblicas sobre Dios el Padre, Su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo. Sin embargo, los mormones no creen que la Biblia enseñe el dogma de la Santísima Trinidad, que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sean un solo ser. En lugar de ello, los mormones creen que la Biblia enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo obran en completa unidad pero que son seres separados y distintos (véase Jeffrey R. Holland, “El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 40–42). Los mormones llaman Trinidad a un conjunto formado por tres seres.

Además, mientras que muchos cristianos creen que Dios es solo un espíritu, los mormones creen que el Padre y el Hijo tienen cuerpos glorificados y que el Espíritu Santo es un espíritu. La doctrina mormona, al igual que la Biblia, enseña que el Espíritu Santo es el único miembro de la Trinidad que no tiene un cuerpo. A continuación se exponen varias enseñanzas de la Biblia sobre el Espíritu Santo.

1. Mateo 3:11: El Espíritu Santo nos santifica

Los santos de los últimos días creen que al igual que el bautismo de agua es importante para ser limpiados de nuestros pecados, también lo es la recepción del Espíritu Santo o bautismo de fuego. Mateo 3:11 dice que Jesucristo bautizaría “con el Espíritu Santo y con fuego” a los que ya estaban bautizados en agua.  Asimismo, Boyd K. Packer, un líder general de la Iglesia desde 1961 hasta su muerte en 2015, enseñó que “hay dos partes en el bautismo: el bautismo de agua y el de fuego, o sea, el Espíritu Santo” (“El don del Espíritu Santo: Lo que todo miembro de la Iglesia debe saber”, Liahona, agosto de 2006, pág. 20).

El recibir el Espíritu Santo se compara a ser bautizado por fuego porque el Espíritu Santo tiene una influencia purificadora en nuestra vida. La doctrina mormona enseña que, como un  fuego que consume el rastrojo, el Espíritu Santo purifica nuestro corazón hasta que ya no tenemos el deseo de pecar (véase David A. Bednar, “Limpios de manos y puros de corazón”, Liahona, noviembre de 2007, págs. 80–83). Esta influencia purificadora nos ayudar a ser dignos de vivir con Dios algún día (véase Principios del Evangelio, 2009, págs. 133–136).

2. Juan 3:5: Tenemos que recibir el Espíritu Santo para entrar en el reino de Dios

Los mormones creen que la Biblia enseña la importancia del bautismo: “El que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). La doctrina mormona enseña que tenemos que bautizarnos para regresar al reino de Dios después de morir y que, para que la ordenanza del bautismo esté completa, debemos también recibir el don del Espíritu Santo. Como declaró el profeta José Smith: “Tan provechoso sería bautizar un costal de arena como a un hombre, si su bautismo no tiene por objeto la remisión de los pecados ni la recepción del Espíritu Santo. El bautismo de agua no es sino medio bautismo, y no vale nada sin la otra mitad, es decir el bautismo del Espíritu Santo” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 100).

3. Juan 14:26: El Espíritu Santo nos puede consolar y enseñar todas las cosas

Los mormones creen en la enseñanza de Jesucristo de que “el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho (Juan 14:26). El Espíritu Santo es un maestro de la verdad y si estamos dispuestos a escucharle, Él nos puede enseñar todas las cosas. Los mormones también creen en la enseñanza bíblica que dice que el Espíritu Santo nos puede consolar cuando estamos tristes o solos y nos puede recordar el amor de Dios por nosotros.

Una mujer estudia las Escrituras

4. Juan 15:26: El Espíritu Santo testifica de Jesucristo

Jesús enseñó que ”cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el que procede del Padre, él dará testimonio de mí” (Juan 15:26). ¡Los mormones creen que uno de los papeles principales del Espíritu Santo es testificar de la verdad, sobre todo de Jesucristo y Su divinidad! Es solo por medio del Espíritu Santo que podemos recibir un testimonio de que Jesucristo es el Hijo de Dios y el Redentor del mundo (véase “Testimonio”, Temas del Evangelio).

5. Gálatas 5:22–23: Cuando tenemos el Espíritu Santo, sentimos amor, gozo, paz

El Espíritu Santo se denomina a menudo Santo Espíritu o el Espíritu del Señor. Gálatas 5:22–23 enseña que “el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe,
Mansedumbre [y] templanza”. Los mormones creemos que, cuando tenemos el Espíritu Santo con nosotros, podemos experimentar todos los sentimientos positivos anteriores y tener esos atributos, sin importar las dificultades que estemos enfrentando en la vida. El Espíritu Santo no solo nos da poder individualmente, sino que también nos da poder para levantar a otros y ayudarles con los desafíos que enfrenten.

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