Voces de los Santos
Desde niña soñaba con servir al Señor como misionera, y al concluir mi misión en España Barcelona en julio de 2025, sé que ese llamado no solo transformó mi vida, sino también mi manera de ver el dolor, la esperanza y el poder del Evangelio en cada alma que conocí.
Entre 2005 y 2007, mi servicio como misionero en Carolina del Norte me enseñó que los mayores milagros no siempre están en las cifras, sino en el poder del Espíritu, la transformación del alma y el compromiso con una causa eterna.
Lo que parecía un camino seguro para una familia guiada por la inspiración divina se convirtió, de pronto, en una prueba de fe que desafió el corazón. En medio de la incertidumbre médica, la oración constante y la confianza en la voluntad de Dios fueron los pilares que sostuvieron a unos padres cuando la vida de su hijo recién nacido pendía de un hilo.
Después de 55 años de presencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Cataluña, los miembros de la Estaca de Lleida han vivido un momento histórico al celebrar por primera vez reuniones dominicales íntegramente en catalán. Este acontecimiento ha sido profundamente emotivo, permitiendo que los asistentes recibieran y compartieran el Evangelio en su idioma materno.
Servir en una misión de tiempo completo no solo fortaleció mi fe, sino que cambió la forma en que veo el propósito de mi vida. Cada desafío, cada persona que conocí y cada lección aprendida fueron herramientas para mi crecimiento espiritual y personal. Hoy, al mirar atrás, veo cómo la mano de Dios me guió en cada paso, preparándome para un futuro con mayor confianza y determinación.
Cuando me bauticé en el 2023, jamás imaginé que serviría en una misión. La incertidumbre me inquietaba y no veía cómo encajaba en mi vida. Pero el 21 de marzo de 2024, el Espíritu Santo me habló con claridad: 'Ve a la misión'. Me costó aceptarlo, lloré, pero finalmente entendí que era mi llamado. Hoy, sé que esta decisión ha transformado mi vida para siempre.
Después de dos años sirviendo en la Misión España Barcelona, me preparo para regresar a casa con un corazón transformado. Pensaba que la misión sería un paréntesis en mi vida, pero ahora entiendo que ha sido una parte esencial de mi crecimiento. He aprendido que la verdadera felicidad nace de la obediencia y el amor a Dios, y que la misión no es solo un periodo de servicio, sino una preparación para toda la vida.
La emoción y el sentimiento se hicieron presentes en una tarde inolvidable en A Coruña, donde miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y antiguos misioneros se reunieron para conmemorar el cincuentenario de la dedicación de la ciudad. En un ambiente de gratitud y fraternidad, los asistentes revivieron historias, compartieron testimonios y celebraron la expansión del Evangelio en esta tierra gallega.
Miembros y misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días acudieron a San Mateo de Gállego, Zaragoza, para prestar servicio a un matrimonio mayor en tiempos de dificultad. Con herramientas en mano y corazones dispuestos, restauraron los jardines y el garaje de la vivienda, dejando una huella de amor y solidaridad.
Mi vida ha estado profundamente marcada por mi fe en el Evangelio de Jesucristo. A través del servicio, el aprendizaje y la búsqueda de mis raíces, he fortalecido mi testimonio y encontrado innumerables bendiciones en el camino.
De 1994 a 2002, Sergio Flores Godoy, junto a sus consejeros Miguel Millán y Ángel del Solar, lideró con dedicación el Distrito de Zaragoza, dejando una huella imborrable en la vida de muchos Santos. Su servicio fiel, respaldado por sus esposas, fortaleció comunidades y expandió el evangelio en la región.
La preparación para visitar el templo es parte de la experiencia espiritual: pensamientos positivos, oración, estudio de las escrituras. Pero al llegar, la verdadera paz envuelve el alma, haciendo del templo un refugio celestial.