Voces de los Santos
Mi vida ha estado profundamente marcada por mi fe en el Evangelio de Jesucristo. A través del servicio, el aprendizaje y la búsqueda de mis raíces, he fortalecido mi testimonio y encontrado innumerables bendiciones en el camino.
De 1994 a 2002, Sergio Flores Godoy, junto a sus consejeros Miguel Millán y Ángel del Solar, lideró con dedicación el Distrito de Zaragoza, dejando una huella imborrable en la vida de muchos Santos. Su servicio fiel, respaldado por sus esposas, fortaleció comunidades y expandió el evangelio en la región.
La preparación para visitar el templo es parte de la experiencia espiritual: pensamientos positivos, oración, estudio de las escrituras. Pero al llegar, la verdadera paz envuelve el alma, haciendo del templo un refugio celestial.
Como estudiante de arquitectura en intercambio en Zaragoza, tuve la oportunidad de viajar con otros jóvenes adultos al Templo de Madrid. En medio de la distancia y la nostalgia, encontré un refugio inesperado de paz y renovación.
Nunca imaginé que la misión de tiempo completo sería un viaje profundo en el que, además de ayudar a los otros a venir a Cristo, encontraría mi camino hacia Él. Sabía que era una experiencia grandiosa, pero nunca anticipé los desafíos y bendiciones que marcarían mi vida para siempre.
El llamado a servir como Patriarca llegó de forma inesperada, acompañado de sentimientos de insuficiencia y dudas. Sin embargo, a lo largo de diez años de experiencias y aprendizajes, descubrí que esta responsabilidad no solo transforma vidas, sino que también enriquece profundamente la fe y el amor hacia los demás.
Desde el primer momento en que sentí el Espíritu impulsándome a servir, supe que debía embarcarme en una misión de tiempo completo. Sin expectativas ni destinos preferidos, me aventuré a las Islas Canarias entre 1992 y 1993, un periodo que transformó mi vida para siempre.
Dejar atrás el temor y abrazar la fe ha sido el mayor aprendizaje de mi vida como misionero. Sirviendo en la misión Barcelona, España, he descubierto que confiar plenamente en Cristo transforma no solo nuestras perspectivas, sino también la manera en que vivimos y amamos a los demás.
Durante mis años de misionero aprendí valiosas lecciones de vida que fortalecieron mi fe en el Señor.
Tras 25 años alejada de la Iglesia, un eco persistente en mi corazón y un inesperado encuentro con dos misioneros marcaron el inicio de un viaje espiritual que me llevaría a renovar mi fe, sanar heridas del pasado y forjar un vínculo eterno con mi padre.
Élder Duque, un joven originario de Santander, ha experimentado un cambio profundo en su vida y ha aprendido valiosas lecciones que lo han acercado más al Salvador.
La Sociedad de Socorro del Barrio 2 de Las Palmas de Gran Canaria organizó un inspirador coro navideño, promoviendo la unidad y el espíritu festivo entre los miembros del barrio.