''Te acordarás de los pobres''

Líderes y jóvenes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días acompañan a Cruz Roja Cartagena en el reparto semanal de alimentos y productos de higiene en las afueras de Cartagena

Tres de los voluntarios junto a la furgoneta de Cruz Roja

El pasado martes día 6 de junio, varios jóvenes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días del barrio Mar Menor y Cartagena, junto con dos líderes, tuvieron la oportunidad de acompañar a trabajadores y voluntarios de Cruz Roja Cartagena en su reparto semanal de alimentos en distintos asentamientos chabolistas en las afueras de Cartagena.  

Citados a las 16:00 horas por el personal de Cruz Roja en su asamblea local, los jóvenes de la Iglesia, así como sus líderes fueron instruidos en cuánto a cómo se iba a hacer el reparto de alimentos en los 5 -6 asentamientos que iban a visitar, cuándo bajarían del vehículo para hacer la entrega y cuándo no bajarían por la peligrosidad que el lugar entrañaba. Se les informó también de las personas que vivían en esos lugares y de las condiciones. Las bolsas de comida y agua ya estaban preparadas y cuál fue la sorpresa y alegría de estos jóvenes y líderes cuando vieron que entre las cosas que se les iba a llevar a toda esa gente necesitada, estaban los 50 últimos kits de higiene personal que los jóvenes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días habían preparado y entregado a Cruz Roja meses atrás. 

Una vez listos, los 5 jóvenes, sus dos líderes y el personal de Cruz Roja, repartidos en una furgoneta y un vehículo, se dirigieron a cada uno de los asentamientos, unos más en la periferia y otros más cerca de la ciudad. Al llegar allí, el sentimiento de tristeza invadió tanto a los jóvenes como a los líderes al ver las condiciones infrahumanas en las que vivían esas personas: chabolas, casas prefabricadas o caravanas viejas en las que habían muchos bichos, y en las que no tenían ni luz, ni agua, ni muebles, ni frigoríficos, de ahí que las bolsas de comida que se les entrega de forma personal e individual no contienen mucha cantidad, sólo lo básico y muy poco, porque no tienen dónde conservarlo. Por eso se les visita todas las semanas, para llevarles lo necesario para unos pocos días y así estar pendientes de ellos.  

Cuando llegaban, pitaban y las personas salían y se acercaban a la furgoneta y el vehículo. A veces bajaban y ellos mismos les entregaban las bolsas de comida y los kits de higiene personal y otras veces se lo entregaban desde el propio vehículo. Todos agradecían lo recibido y lo que más solicitaban era agua. 

Una de las jóvenes, Jara Carnicer Mateo comentó: “Me ha gustado participar de esta experiencia porque me ha abierto los ojos. Me ha hecho ver que tenemos más gente pobre cerca de nosotros de lo que pensamos. Me ha hecho darme cuenta de lo bendecida que soy por tener un hogar en condiciones, con luz, agua y todas las necesidades básicas cubiertas y me ha hecho mucha ilusión ver el destino de nuestros kits de higiene personal”

Tres de las personas voluntarias están junto a la furgoneta de la Cruz Roja Cartagena
Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que los kits de higiene eran los que nuestros jóvenes habían preparado en una ocasión anterior

Una de las líderes que acompañó a los jóvenes, la hermana Mari Paz Mateo dijo: “Me ha encantado participar en este servicio por varios aspectos: Primero porque entra en una realidad que no ves hasta que alguien te la muestra. Paso a diario por estas carreteras y no me había dado cuenta de que a 50 m de la orilla de la carretera, detrás de una vegetación, hay asentamientos de personas totalmente necesitadas, con casas hechas con restos que se encuentran en la basura, sin puertas, sin ventanas, sin suelo, sin luz, sin agua, sin nada y te abre los ojos. Segundo porque te das cuenta de que no tienes que irte a otros países pobres para ver gente así, los tenemos aquí, muy cerquita de nosotros. Me gustó saber que en mi propia ciudad se puede prestar un servicio a estas personas. Tercero porque vimos nuestros kits de higiene personal, los que hacen nuestros jóvenes de la Iglesia, en acción. En cada asentamiento que fuimos, junto con la bolsa de comida entregamos un kit de higiene personal y eso me encantó verlo, me encanta que nuestros jóvenes hagan esa labor y ver la utilidad que tienen. En cuarto lugar, me encantó ver la gratitud de todas las personas a las que visitamos en los asentamientos y la sonrisa con la que nos recibieron. En quinto lugar, me encantó el trato y la atención del personal de Cruz Roja con todas estas personas, a todas ellas les preguntaban cómo estaban y qué necesitaban. Una de las cosas que me entristeció fue ver a un señor muy mayor con un aspecto muy demacrado llevando unas zapatillas de invierno de estar por casa llenas de agujeros y preguntando si le habían podido conseguir unas zapatillas u otro tipo de calzado y Cruz Roja diciendo que no lo habían conseguido. Eso me dio mucha pena, pero en líneas generales la experiencia fue maravillosa y ver el proceso de la ayuda me encantó”. 

Jóvenes, líderes de la Iglesia y voluntarios de la Cruz Roja pudieron conversar sobre distintas formas de colaborar entre sí
Tanto el personal de Cruz Roja como los miembros de la Iglesia pudieron conversar sobre distintas posibilidades de ayuda y las formas de poder colaborar entre sí

Andrés, el presidente de Cruz Roja Cartagena, quedó una vez más encantado con la ayuda prestada por parte de la Iglesia. Sus palabras fueron: “Admiro vuestro deseo siempre de ayudar y vuestra disposición a hacerlo. Sois increíbles”. 

Este servicio prestado forma parte de uno de los objetivos que el departamento de Comunicación de la estaca Cartagena se marcó hace varios años con la intención por un lado de estrechar lazos con la Cruz Roja y por otro lado la de involucrar a nuestros jóvenes en el servicio y hacerles ver una realidad también existente y la bendición que tienen y tenemos todos por tener un techo en condiciones bajo el cual cobijarnos y todas las necesidades básicas cubiertas. El deseo es participar de forma constante y continua y hacerlo extensible al resto de unidades de la estaca. 

“Si hay en medio de ti menesteroso de entre alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre” Deuteronomio 15:7