Voces de los Santos

Servir con gozo: un legado de fe y liderazgo 

De 1994 a 2002, Sergio Flores Godoy, junto a sus consejeros Miguel Millán y Ángel del Solar, lideró con dedicación el Distrito de Zaragoza, dejando una huella imborrable en la vida de muchos Santos. Su servicio fiel, respaldado por sus esposas, fortaleció comunidades y expandió el evangelio en la región. 

La presidencia del Distrito de Zaragoza 1994 -2002.  De izquierda a derecha hermano del Solar, hermano Sergio Flores, Presidente de Distrito, hermano Miguel Millán Inés Faci Lasanta
La presidencia del Distrito de Zaragoza 1994 -2002. De izquierda a derecha hermano del Solar, hermano Sergio Flores, Presidente de Distrito, hermano Miguel Millán

Entre 1994 y 2002, Sergio Flores Godoy dirigió el Distrito de Zaragoza acompañado por sus consejeros, Miguel Millán y Ángel del Solar. Fieles a una de sus escrituras favoritas, 2 Nefi 2:25, sirvieron con gozo, transmitiendo esa misma alegría y compromiso a quienes les rodeaban. 

Estos tres hombres de fe trabajaron incansablemente para fortalecer la Iglesia en la región. Bajo su liderazgo, las ramas de Zaragoza, Lleida, el Principado de Andorra y el grupo de Huesca crecieron espiritualmente hasta convertirse en barrios. Se construyeron centros de reuniones en Zaragoza y Lleida, jóvenes partieron al campo misional, familias se sellaron en el templo, y la Iglesia obtuvo mayor reconocimiento ante autoridades locales y grupos interreligiosos. 

De izquierda a derecha el hermano Miguel Millán y su esposa Pili Millán, el hermano Sergio Flores Godoy con su esposa Carmen Romero; el hermano Del Solar con su esposa Inés Faci Lasanta
De izquierda a derecha el hermano Miguel Millán y su esposa María del Pilar Sanz, el hermano Sergio Flores Godoy con su esposa Carmen Romero; el hermano Del Solar con su esposa.

Pero su labor no habría sido la misma sin el apoyo incondicional de sus esposas. Su servicio como presidentas de la Sociedad de Socorro inspiró a muchas jóvenes, entre ellas yo misma. Con 19 años y recién bautizada, observé con admiración su ejemplo de fe y compromiso. Han sido y siguen siendo faros en Sion para todos los que les rodean. 

Me siento profundamente bendecida y agradecida por sus vidas, su ejemplo y el cariño que han brindado a la comunidad.