Seguir al profeta
Cuando lleguen las tormentas de la vida, puedes permanecer firme y esperanzado si basas tu fe en Jesucristo. Esa fe te llevará a pensar cada día en cómo puedes seguir mejor a Jesucristo.
Comienza tu búsqueda de la felicidad con todo lo bueno que te rodea. Cuando quieras huir de lo que eres, recuerda que hay ayuda disponible y que Dios jamás te abandonará.
Todos estamos conectados en la familia humana y en la familia de Dios. Las familias se unen cuando las generaciones se conectan de manera significativa, alimentan relaciones reales y participan en un servicio significativo.
Al centrar nuestra vida en Jesucristo, seremos guiadas a hacer lo que más importa, y seremos bendecidas con fortaleza espiritual, con satisfacción y con gozo.
¿Qué es lo “indispensable” en tu vida?
Podemos seguir el ejemplo de Jesús como pacificador cuando compartimos nuestras creencias con convicción, pero siempre sin ira ni malicia.
La libertad religiosa permite que cada persona decida por sí misma en qué cree, cómo vive y actúa. Lo bueno de la religión se multiplica cuando protegemos la libertad para expresar las creencias fundamentales y actuar conforme a ellas.
¿Cómo podemos esperar que haya paz en el mundo cuando, individualmente, no procuramos la paz y la armonía?
Nuestros esfuerzos no necesariamente requieren dinero o lugares muy lejanos; requieren un corazón dispuesto a decirle al Señor: “Heme aquí, envíame a mí”.
Si bien las buenas obras se pueden hacer sin una iglesia, la plenitud de la doctrina y sus ordenanzas de salvación y exaltación solo están disponibles en la Iglesia restaurada.
La paz personal se puede conseguir por medio del Salvador a pesar de la ira, la contención y la división que asolan y corrompen nuestro mundo actual.
Cuando recibimos dignamente los sagrados convenios ordenanzas y los honramos, somos bendecidos con el poder de Dios en gran gloria.
Si hemos de resistir los peligros y las presiones venideras, debemos tener un firme cimiento espiritual edificado sobre la roca de Jesucristo.