El domingo 23 de noviembre, los santos de los últimos días del centro de España y de Cataluña vivieron una jornada histórica, no sólo a nivel nacional sino también para la Iglesia en Europa: por vez primera se organizaron simultáneamente dos nuevas estacas en un mismo país.
En Madrid, el élder Rubén Alliaud, presidente del Área de Europa Central, acompañado por el élder Samuel López, setenta de área, llevó a cabo la reorganización de las estacas de Madrid con la creación de Madrid Sur, que estará integrada por los barrios de Leganés, Móstoles, Aranjuez, Toledo y Arganda del Rey, y las ramas de Alcázar de San Juan. Ciudad Real, Valdepeñas, Parla y Talavera de la Reina. Su presidencia la componen los presidentes Óscar Ovejero, Alejandro de Genaro y Ramírez Montoya.
Como consecuencia de la organización de la nueva estaca, se llamó a una nueva presidencia para la Estaca de Madrid Centro (Pedro Jesús Porras, presidente, Alberto Fernández-Calvillo y Jesús Maza, consejeros) y se produjeron algunos cambios en la de Madrid Oeste (Ezra Gómez, presidente, Alfredo Rodríguez Martín y Joelson Trujillo Valoy, consejeros)
En otra conferencia multiestaca, que se celebró simultáneamente en Barcelona, los élderes James McConkie, de la presidencia del Área Europa Centro, y Paul Picard, setenta de área, organizaron la nueva estaca de Granollers, siendo Ryan Newell su presidente, y Abraham Flores y Matías Álvarez, los consejeros. La integran las ramas de Vic, Figueres, Olot, Platja d’Aro y Blanes, y los barrios de Granollers, Badalona, Girona y Mataró.
Igualmente, hubo de ser llamada una nueva presidencia para la Estaca de Barcelona, que ha quedado integrada por el presidente Isaac Quevedo y sus consejeros Raúl Álvarez y Wilson Veintimilla.
Durante la conferencia, el élder McConkie recordó el poder de la sencillez del discipulado: las prácticas cotidianas y simples del Evangelio, como la oración, el estudio de las Escrituras, etc., realizadas de forma perseverante, conllevan el crecimiento y el resultado del que hoy hemos sido testigos.
En Madrid, mientras tanto, el élder Alliaud, hizo notar a los miembros congregados en el centro de reuniones junto al templo, que no acababan de asistir a una división de las estacas sino a una multiplicación, porque nuestro Dios es un dios que no divide, sino que aumenta y mejora cualquier cosa que llevemos Él. Instó a los miembros a no subestimar el poder de la oración y a recordar que la Iglesia de Jesucristo es una iglesia de convenios. Al igual que en la antigüedad las estacas sostenían la tienda del Tabernáculo, el mandato del Señor de ensanchar y fortalecer nuestras estacas tiene como objetivo el templo y la obra que en él se desarrolla. A medida que las estacas se fortalezcan y expandan, se necesitarán más Casas del Señor.
