San Valentín, amor eterno

San Valentín, amor eterno

San Valentín es un día en el que recordamos un poquito más que el resto del año el amor que tenemos por nuestro esposo o esposa. Una de las cosas que más tenemos que recordar en estas fechas son las promesas y bendiciones que obtenemos por cumplir los mandamientos de nuestro Padre Celestial y sellarnos en el templo.

El matrimonio es algo sagrado y esencial en el plan de nuestro Padre Celestial. Los miembros dignos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, después de casarse civilmente, se pueden sellar en el templo para estar casados no solo durante el tiempo de esta vida, sino también por toda la eternidad. Como dice la Guía para el Estudio de las Escrituras, el sellamiento consiste en “[hacer] válidas en el cielo las ordenanzas que se efectúan por la autoridad del sacerdocio en la tierra. Las ordenanzas quedan selladas cuando reciben la aprobación del Santo Espíritu de la promesa, o sea, el Espíritu Santo”.

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Sofía Rodríguez, Amalia Corberán (hija), presidente Manuel Corberán, Amalia Oltra (madre del presidente Corberán), y Laura Corberán (hija). Foto por cortesía de la familia Corberán Rodríguez.

Sofía Rodríguez, Amalia Corberán (hija), presidente Manuel Corberán, Amalia Oltra (madre del presidente Corberán), y Laura Corberán (hija). Foto por cortesía de la familia Corberán Rodríguez.

En Gandía, Valencia, en 1993, un domingo de verano como cualquier otro, Manuel Corberán, actual presidente de la Estaca Madrid Oeste, conoció a la que sería su esposa, Sofía Rodríguez. Después de coincidir en alguna otra ocasión, empezaron a conocerse mejor hasta que dos años más tarde se casaron y se sellaron por la eternidad.

El presidente Corberán nos dice sobre el matrimonio: “Considero el matrimonio algo esencial para progresar aún más como persona y posteriormente como padre”. La hermana Rodríguez añade a las palabras de su marido: “Para mí el matrimonio es la mejor forma de vida posible; me gusta tener un compañero eterno para planificar juntos todo”.

 
Templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Madrid. Foto de Sara Ruiz de Mendoza Lafont Clark.

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Templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Madrid. Foto de Sara Ruiz de Mendoza Lafont Clark.

Este sellamiento tiene lugar en un sagrado templo de Dios. La Iglesia cuenta con más de ciento cincuenta templos por todo el mundo. En España hay un templo en Madrid. Durante la ceremonia de sellamiento, el esposo y esposa hacen convenios sagrados, o promesas, con Dios. Entre ellos está el de estar juntos por toda la eternidad y también el que sus hijos estén sellados, o unidos, a ellos para siempre.  

 
Mailu Eguren y Javier Gómez. Foto por cortesía de la familia Gómez Eguren.

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Mailu Eguren y Javier Gómez. Foto por cortesía de la familia Gómez Eguren.

Javier Gómez y Mailu Eguren se sellaron en el Templo de Frankfurt, Alemania, hace veinticinco años, después de haberse conocido en un baile para jóvenes de la Iglesia un par de años antes. Javier nos cuenta lo que significa para él estar casado en el templo: “Es el gozo de haber realizado un convenio eterno que me permitirá, si soy digno, vivir con mi familia para siempre”. A esto Mailu añade: “Me da una perspectiva que me ayuda a ver y a afrontar de una forma diferente las vicisitudes de la vida, entendiéndolas como oportunidades de progreso”. Y concluye: “El haber hecho este convenio sagrado ante el Señor hace que no me lo tome a la ligera”.

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Daniel Pascua y Ana Elena Reina. Foto por cortesía de la familia Pascua Reina.

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Daniel Pascua y Ana Elena Reina. Foto por cortesía de la familia Pascua Reina.

Daniel Pascua y Ana Elena Reina se conocían desde que eran niños. Sin embargo, no fue hasta después de que él sirviera en una misión de tiempo completo en Estados Unidos cuando de verdad trabaron amistad. Poco a poco surgieron otros sentimientos y se casaron en otoño de 2011.

La pareja nos cuenta cómo el sellamiento en el templo ha influido en su matrimonio. Ana Elena explica: “El haber podido tener el Evangelio y a Jesucristo en el centro de nuestro matrimonio y nuestra familia nos ha ayudado a tomar mejores decisiones”. A lo que Daniel añade: “Es diferente cómo afrontas el día a día y las tormentas de esta experiencia terrenal sabiendo que vas a estar con esa persona eternamente”. Una vez casados, continuar yendo al templo les ayuda a estar más cerca de Dios y a recordar los convenios que hicieron al sellarse.

El profeta Thomas S. Monson dijo: “No creo que haya lugar en el mundo en el que me sienta más cerca del Señor que en uno de Sus santos templos”.

Mailu señala que, cuando acude al templo, se acerca de una forma especial a nuestro Padre Celestial y recuerda las bendiciones que les espera si cumplen con su parte como familia. “El amor por Dios el Padre y Jesucristo aumenta, así como el que siento por mi esposo e hijos”, afirma Mailu.

La familia del presidente Corberán y Sofía han tenido una experiencia fabulosa en una reciente visita al templo. El mes pasado acudieron al templo para acompañar a su hija Laura, que ha decidido hacer una misión de tiempo completo. Hacer los convenios del templo es un paso necesario antes de salir a prestar servicio como misioneros.

La madre del presidente Corberán, Amalia Oltra, una de las primeras personas en convertirse en miembro de la Iglesia en Valencia, también asistió el evento. Al salir del templo se hicieron una foto como familia. En palabras de la propia Sofía: “Al mirarla, podemos ver y sentir la importancia de la gran obra del templo, consistente en unir familias para siempre”; a lo que añade: “Tres generaciones juntas en la Casa del Señor; además, las tres primeras generaciones de la Iglesia en España, una más de tantas, seguramente, pero ahora la mía”.


Tyson Anderson y Miriam Vargas. Foto por cortesía de Miriam Vargas.

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Tyson Anderson y Miriam Vargas. Foto por cortesía de Miriam Vargas.

Tyson Anderson y Miriam Vargas se conocieron de una forma muy peculiar. Un compañero de la misión de Tyson le habló de su amiga Miriam. Sin embargo, no fue hasta un año y medio más tarde cuando pudieron conocerse en Barcelona, donde él se encontraba de vacaciones. Esto sucedió mientras él esperaba al avión que le llevaría de vuelta a los Estados Unidos. Después de este encuentro mantuvieron contacto frecuente, hasta que unos meses más tarde se encontraron de nuevo en Utah, en una ocasión en que Miriam fue a visitar a algunos amigos que hizo durante el tiempo de su misión en la Manzana del Templo en Salt Lake City, Utah. Poco más tarde se comprometieron y en solo unos meses se casarán y sellarán en el templo.

Miriam nos cuenta cómo, aunque sabía que el matrimonio es esencial en el plan de Dios, a veces lo consideraba como una carga que podría “limitar” su libertad, privarle de algunas aficiones e incluso frenar su carrera profesional. No obstante, cuando conoció al que ahora es su prometido, su forma de ver el matrimonio cambió. Miriam afirma: “Ahora mismo, el significado que el matrimonio tiene para mí ha cambiado de forma radical. Ya no se planta delante de mí como una limitación, sino como una posibilidad extraordinaria de recorrer la vida y pasar la eternidad junto a la persona a quien amas”.

Los líderes de la Iglesia recomiendan que los jóvenes que aún no están casados se pongan como meta seguir buscando un esposo o esposa con la que sellarse por toda la eternidad. Sin embargo, el ya fallecido élder Richard G. Scott se dirigió a aquellos que todavía no han encontrado un compañero o compañera eterna recordándoles que: “Todo es posible para el Señor, y Él guarda las promesas que inspira a declarar a Sus profetas. La eternidad es un período largo. Tengan fe en esas promesas y vivan dignos de recibirlas para que, en Su momento, el Señor las haga realidad en su vida. No hay dudas de que, recibirán cada bendición prometida de la que hayan sido dignas”.

Estas palabras de todas estas parejas de mormones en España que se han sellado o planean en sellarse en el templo, se unen a muchas otras. El matrimonio no siempre es fácil, pero si lo llevamos adelante a la manera de Dios, siguiendo Su ejemplo y perseverando en Su camino, podremos superar cualquiera de las pruebas que tengamos como familia.

Como dijo el élder Richard G. Scott: “La mejor elección es el matrimonio celestial. Afortunadamente, si ya hemos elegido una alternativa menor, ahora podemos elegir elevarla a la mejor categoría. Eso requiere un gran cambio de corazón y constante mejoramiento personal. Las bendiciones que obtenemos por ello valen todo el esfuerzo que hagamos”.

Para más información sobre los templos mormones, véase Lo que sucede en los templos.