Las hermanas Reyna I. Aburto, Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, y Michelle D. Craig, Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, se reunieron el sábado 12 de marzo y el miércoles 16 de marzo con los miembros de los consejos de coordinación de la Misión España Madrid y de la Misión España Barceloa, respectivamente, a fin de proporcionar enseñanzas y capacitación.
Ambas reuniones estuvieron presididas por el presidente Rubén V. Alliaud, Segundo Consejero de la Presidencia del Área Europa, y dirigidas por la hermana Leticia Dos Santos Rudloff, Asesora de Organización de Area.
La hermana Dos Santos comenzó dirigiendo la palabra a los asistentes y habló de la importancia de fortalecer a nuestra nueva generación, los niños y jóvenes de la Iglesia, y de ofrecerles los recursos que les ayudarán a hacer frente a los desafíos de nuestros días. Habló de la importancia de la Primaria y de sus objetivos de ministrar, enseñar y preparar a maestros y niños. Hizo hincapié en que todos los niños, aun los más pequeños, deben ser instruidos, y que debemos dejar que se enseñen unos a otros.
A continuación tomó la palabra la hermana Craig, quien se hizo eco de las palabras del presidente Russell M. Nelson. “La nueva generación es la mejor que el Señor jamás ha enviado a este mundo”, dijo, “y nuestro llamamiento es ayudarles a llevar a cabo la obra que ellos han venido a hacer. Ellos tienen la capacidad; han sido llamados y apartados para velar por los propios jóvenes. Los adultos solo tienen que capacitar a esos líderes y velar por todos”.
El hilo conductor de estas reuniones fueron los cuatro puntos en los que se resume el llamado profético a todos los miembros: 1) Vivir el evangelio de Jesucristo; 2) Cuidar de los necesitados; 3) Invitar a todos a recibir el Evangelio; y 4) Unir a las familias por la eternidad.
“Todos estamos unidos en la misma obra”, afirmó la hermana Craig. A continuación hizo mención a las palabras del élder Bednar: “Los jóvenes tienen la responsabilidad ejecutora de la obra de salvación, bajo la dirección del obispo”. “Antes, los adultos dirigían el programa con la participación de los jóvenes; ahora, los jóvenes dirigen el programa con el apoyo de los adultos”. Para finalizar, compartió su testimonio de que “mediante la gracia de Jesucristo, podemos hacer y llegar a ser todo lo que Él quiere”.
Por su parte, la hermana Aburto llamó a los asistentes a “invitar a todos a experimentar el gozo de servir a Dios”. “No tenemos que hacerlo solos”, afirmó, y testificó del poder espiritual y de lo milagros que se producen en los barrios y las ramas cuando las presidencias de la Sociedad de Socorro trabajan hombro con hombro con las presidencias del cuórum de élderes.
A continuación habló del divino sistema de los consejos, el cual calificó como “un medio poderoso” y “un principio eterno”. “Los consejos dan pie a la revelación y a la unidad. Es un proceso divino que usaron los dioses para crear el mundo. Ellos deliberaron en consejo. Cuando estamos juntos, hacemos una oración y pedimos la guía del Señor, suceden milagros”.
También preguntó a los asistentes lo que ellos consideran que debe existir siempre para que un consejo cumpla su propósito y sea eficaz a nivel espiritual y práctico. Estas fueron algunas de las respuestas: 1) Establecer metas y hacer un seguimiento; 2) Que el Espíritu esté presente; 3) Preparar una agenda con anticipación; 4) Escuchar con respeto y una mente abierta a todo el que quiera hablar. “Es bueno ser concisos en nuestras exposiciones”, enseño la hermana Aburto, “y también es bueno traer soluciones al consejo, no solo problemas; es bueno que ya hallamos orado al respecto”; 5) Que estén las personas que deben estar (ser flexibles y aprovechar los recursos tecnológicos para este fin); 6) Que haya unidad en las decisiones que se tomen: un solo propósito.
Por último, la hermana Aburto insistió en la importancia de tener en cuenta las necesidades de los niños y de los jóvenes al hacer las asignaciones de ministración. “El Señor ha prometido que estará a nuestro lado, y Él siempre cumple Sus promesas!, testificó.
Para finalizar las reuniones, se dirigió a los asistentes el presidente Alliaud, quien habló de un principio que se recoge en Doctrina y Convenios 101:55 y enfatizó la importancia de “toma[r] toda la fuerza de [la] casa [del Señor]. “Necesitamos trabajar juntos”, dijo; “seguir aprendiendo, escuchando e implementando lo que significa trabajar juntos. La revelación está esparcida por todos lados, y la tarea de los líderes es cosechar toda la revelación que está esparcida. Todas las voces necesitan ser escuchadas”.
