Personalizar los discursos

“De manera que, el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente” (D y C 50:22).

Personalizar los discursos

Primero, considere en oración sobre qué debe hablar. Si se le ha dado una asignación, piense en lo que siente que debe decirse. Si no se le ha dado una asignación, busque la guía del Espíritu para seleccionar un tema.

Segundo, revise pasajes de las Escrituras y discursos de la conferencia general que enseñen la verdad doctrinal del tema. Busque versículos y breves extractos de discursos que puedan ayudarlo a enseñar el mensaje. Esos versículos o citas serán la base doctrinal del discurso.

Tercero, reflexione sobre sus propias experiencias y las de otras personas que muestren de manera práctica las verdades doctrinales que está enseñando. Planee utilizar experiencias constructivas que desarrollen la fe relacionando esas experiencias con el principio o concepto que esté enseñando. La sinceridad será clave para poder acceder al Espíritu.

Cuarto, organice sus ideas.

Por último, pronuncie el discurso, recordando hacer una introducción del tema, enseñar doctrina verdadera, compartir experiencias personales y terminar con su testimonio y en el nombre de Jesucristo.

 

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