
Recuerdo claramente mi primera experiencia con la Santa Cena. Los misioneros acababan de invitarme a asistir a las reuniones de la Iglesia por primera vez. Desgraciadamente, no sabía nada de qué es la Santa Cena o lo que simboliza, así que las chicas con las que estaba sentada tuvieron que explicármelo todo mientras se estaba llevando a cabo.
Al reflexionar sobre esa experiencia, me he dado cuenta de que me habría resultado de ayuda haber aprendido un poco acerca de la Santa Cena con anterioridad por mi cuenta, pero tuve la suerte de que las chicas con las me senté aquel primer día estaban deseando explicármelo todo en ese mismo momento. Desde entonces, mi vida ha cambiado enormemente, incluso mi conocimiento del Evangelio y el significado de la Santa Cena.
También se han producido algunos cambios durante las pasadas conferencias generales. Cuando el presidente Russell M. Nelson pronunció sus palabras de clausura de la Conferencia General de Octubre de 2019, hizo públicas algunas revisiones a las preguntas de la recomendación para el templo; y cuando reiteró la pregunta ocho: “¿Se esfuerza por santificar el día de reposo tanto en su casa como en la Iglesia, asistir a las reuniones, prepararse para participar dignamente de la Santa Cena y vivir en armonía con las leyes y los mandamientos del Evangelio?” (énfasis agregado).
Me llamó mucho la atención la palabra “prepararse”.
Me he dado cuenta de que la Santa Cena no es algo para lo que uno se prepara unos momentos justo antes de que se repartan el pan y el agua. Podemos prepararnos para la Santa Cena a lo largo de toda la semana para ayudarnos a sentir el Espíritu con fuerza y para tener un sentimiento de renovación cada domingo.
Desde entonces, he comenzado a prepararme durante la semana para tomar la Santa Cena haciendo lo siguiente:
- Estudiar las Escrituras utilizando Ven, sígueme, y pensando en cosas que puedo compartir con otros y en la siguiente reunión de la Escuela Dominical.
- Dejar preparado el sábado por la noche todo lo que necesito para las reuniones de la Iglesia del domingo por la mañana (¡esto es uno de los condicionantes de tener que trabajar los sábados por la noche!). Asegurarme de incluir mis Escrituras y un cuaderno para tomar notas durante la reunión sacramental, y orar para encontrar respuestas durante las reuniones de la Iglesia sobre cómo puedo mejorar durante la siguiente semana.
- Escuchar música espiritual el domingo por la mañana antes de asistir a la reunión sacramental también me ayuda a sentir el Espíritu y tener la actitud mental correcta.
- Leer la letra de los himnos que vamos a cantar en la reunión sacramental y buscar los pasajes de las Escrituras a los que se refieren. Esto me ayuda a darme cuenta del mensaje completo y del significado que hay tras los himnos, y me ayuda a meditar en esas cosas durante la reunión.
- Finalmente, pensar en el propósito de la Santa Cena antes de que se reparta. Me recuerdo a mí misma que debo acordarme siempre de cuál es el porqué de la Santa Cena y de su importancia durante la semana: el Salvador.
El propósito de la Santa Cena es recordar a Jesucristo y Su sacrificio expiatorio por nosotros (véase Mateo 26:26–28). La Santa Cena también nos invita a renovar nuestro convenio bautismal y a profundizar en nuestro compromiso de ser más semejantes a Él, recordarlo y ser mejores discípulos. Asimismo, nos permite comenzar la siguiente semana renovados espiritualmente.
He aprendido muchísimo sobre la Santa Cena después de aquel primer día en la iglesia, y ahora siento mucho gozo cada semana al comenzar la reunión sacramental, sabiendo que voy a recordar el sacrificio de mi Salvador por mí y voy a ser más diligente en cumplir los mandamientos. Prepararse marca una diferencia positiva en el Espíritu que se siente durante la reunión. Antes de tener la Santa Cena en mi vida, a menudo me sentía vacía, como si me faltara algo. Nunca supe que esa pieza que faltaba en mi vida era una ordenanza que es tan sencilla, pero tan potente al mismo tiempo; una ordenanza que me ayuda a profundizar mi amor por el Salvador y a valorar todo lo que Él hace por mí.
Zoe Campbell es escocesa, es conversa a la Iglesia y estudia artes culinarias. Para ella es un gozo el ver el amor que el Padre Celestial siente por todos Sus hijos y sentir las bendiciones que recibe como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
¿Qué puedo hacer yo?
Anota lo que puedes hacer esta semana para recordar al Salvador y prepararte para la Santa Cena.
Puedes enviar tus propias historias, ideas, comentarios y sugerencias a liahona.ChurchofJesusChrist.org. ¡Estamos deseando recibir tus ideas!