Desde las primeras horas del 30 de octubre, la presidencia de la Estaca de Valencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con el apoyo del área en España, se organizó de manera ejemplar para estructurar un plan de ayuda y asistencia a las víctimas de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó la región.
Se llevó a cabo una reunión informativa para todos los miembros de la comunidad, anunciando la implementación de un plan de asistencia bien estructurado. Se distribuyó un formulario electrónico para que aquellos miembros que pudieran recibir en sus hogares a personas damnificadas de la Iglesia pudieran ofrecer condiciones adecuadas y seguras. Un segundo formulario electrónico se facilitó para que los miembros pudieran inscribirse como voluntarios en tareas de limpieza y distribución de alimentos.
Los líderes locales instaron a la calma y a seguir las instrucciones establecidas. Subrayaron que estaban en contacto con estacas vecinas y áreas de apoyo, así como con los Barrios de Gandía y Castellón, para asegurar el suministro de los recursos necesarios. También enfatizaron la importancia de evitar desplazamientos innecesarios y seguir las directrices de los líderes locales y de la Estaca.
La capilla de Catarroja se designó como el punto de encuentro principal para los voluntarios, abriendo sus puertas a las 7:30 a. m. Se animó a los voluntarios a llegar temprano para evitar el colapso de las carreteras.
La organización y la rápida respuesta de la Estaca de Valencia son un testimonio del espíritu de servicio y solidaridad que caracteriza a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La comunidad ha demostrado su compromiso en tiempos de necesidad, brindando apoyo a los afectados y colaborando para superar la crisis.