Cada noche, el tiempo para meditar permite que los participantes se preparen para dormir, escribir en su diario o estudiar las Escrituras. La reflexión y el repaso se llevan a cabo después de este tiempo.
Cada noche, el tiempo para meditar permite que los participantes se preparen para dormir, escribir en su diario o estudiar las Escrituras. La reflexión y el repaso se llevan a cabo después de este tiempo.