Dios nos invita a cada uno de nosotros, en toda nación, tribu, lengua y pueblo, a venir y a participar de Su abundante gozo y bondad.
A pesar de nuestras diferencias, podemos tener nuestros corazones entrelazados con rectitud y unidad por medio de nuestro amor por Jesucristo y la fe en Él.
No importa dónde vivamos, el idioma que hablemos o los desafíos que afrontemos, podemos velar y orar siempre, solicitando la ayuda del Señor en el mundo actual.
Si un número suficiente de nosotros y nuestros vecinos nos esforzamos por guiar nuestra vida por la verdad de Dios, abundarán las virtudes morales que se necesitan en las sociedades sostenibles.
Ahora es el momento de prepararnos y probarnos a nosotros mismos que estamos dispuestos y somos capaces de hacer todo lo que el Señor nuestro Dios nos mande.
Mediante Jesucristo, se nos da la fortaleza para hacer cambios durareros. A medida que nos volvamos a Él con humildad, Él incrementará nuestra capacidad para cambiar.
Lisa L. Harkness nos recuerda lo que nos enseñó el Salvador acerca de cómo podemos sentir paz y calma aunque estemos afrontando adversidades en la vida.
Michelle D. Craig nos alienta a intentar, por medio del poder del Espíritu Santo, abrir los ojos para vernos a nosotros mismos y a los demás como Cristo lo hace.
Neil L. Andersen nos invita a hablar más de Cristo en nuestra vida diaria y con nuestros amigos.
Dieter F. Uchtdorf nos invita a armarnos de fe durante momentos difíciles y recordar que Dios hará algo inimaginable por nosotros.
El presidente Nelson explica que debemos dejar que Dios prevalezca y debemos participar en el recogimiento de Israel.
¿Cómo puedes conseguir hacer más cosas para ti, para tus antepasados y para otras personas siguiendo el Plan del Área de Europa?