El pasado 11 de noviembre, en la Casa del Mar, se celebró el vigesimoquinto aniversario de la creación de la Dirección General de Asuntos Religiosos (DGAR). El acto contó con la presencia del Honorable Sr. Ramón Espadaler, consejero de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat, quien agradeció la asistencia de todas las confesiones y subrayó la importancia de la DGAR en la garantía de la libertad de culto en Cataluña.
Durante la ceremonia, participaron los nueve directores generales que han ejercido este cargo en los últimos 25 años, quienes compartieron experiencias y anécdotas. El actual director, Ramón Bassas, cerró el encuentro agradeciendo el trabajo de sus predecesores y resaltando el papel fundamental de las comunidades religiosas en la sociedad catalana. La jornada concluyó con la actuación de la Joven Orquesta Graeme Clark, integrada por músicos con problemas auditivos y un pianista invidente, un ejemplo de superación y calidad artística.
El día 12 de noviembre, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días participó en las reuniones formativas del Consejo Interreligioso, celebradas en el Monasterio de Sant Pau del Camp, en Barcelona. La sesión, titulada “Sociedades dialogantes y preocupaciones vivas de las comunidades religiosas de Cataluña”, reunió a representantes de diversas confesiones: Comunidad Judía de Barcelona, Ortodoxos del Patriarcado de Serbia, Católicos, Comunidades Islámicas, Hindúes, Bahá’is, Protestantes Pentecostales y, de manera muy activa, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La Iglesia tuvo una participación destacada en los debates, aportando reflexiones sobre los retos de la juventud, el relevo generacional, la acogida de inmigrantes y la importancia de fortalecer la unión familiar y comunitaria. Sus representantes subrayaron que el diálogo interreligioso es clave para superar la soledad no deseada, combatir prejuicios y promover la paz.
Entre las propuestas compartidas se incluyó la necesidad de fomentar encuentros de jóvenes de distintas confesiones, impulsar proyectos solidarios conjuntos y colaborar con la administración para que las religiones puedan explicar sus principios básicos en colegios e institutos, evitando temores y malentendidos. La Iglesia de Jesucristo reafirmó su compromiso de trabajar junto a otras comunidades en iniciativas que promuevan la fraternidad y el servicio a los más vulnerables.