Los líderes de UNICEF EE. UU. hicieron un recorrido por las instalaciones humanitarias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Salt Lake City, Utah, el jueves 12 de enero de 2023. UNICEF y la Iglesia celebran una década de colaboración para ayudar a los niños necesitados de todo el mundo.
La delegación fue recibida por algunos de los líderes principales de la Iglesia y el Departamento de Servicios de Bienestar y Autosuficiencia de la Iglesia en las Oficinas Generales de la Iglesia. Asistieron a una cena en la Manzana del Templo el miércoles por la noche con el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles; el Obispo Presidente, Gérald Caussé; la Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Camille N. Johnson y Blaine R. Maxfield, director general de los Servicios de Bienestar y Autosuficiencia.
“Estamos entusiasmados por esta oportunidad de trabajar con UNICEF”, dijo la presidenta Johnson. “Este esfuerzo mundial está especialmente alineado con la misión de la Sociedad de Socorro de la Iglesia de aliviar el sufrimiento, lo que incluye a los niños que sufren desnutrición”.
“Ustedes no son solo hacedores de buenas obras. En realidad están llamados a esto y creo que ese llamado que las personas religiosas tienen para con esta obra las hace estar más comprometidas”, dijo Michael Nyenhuis, presidente y director ejecutivo de UNICEF EE. UU., durante su primera visita a Salt Lake City. Nyenhuis reside en Nueva York.
Sharon Eubank, directora de Servicios Humanitarios de la Iglesia a nivel mundial, dirigió los recorridos de los dirigentes de UNICEF EE. UU. al Centro Humanitario y a la Manzana de Bienestar.
“Espero que vean tres cosas”, dijo la hermana Eubank al grupo. “Espero que vean evidencias de personas que tratan de expresar su fe en Jesucristo por medio de acciones prácticas de algún tipo. Espero que vean la reverencia por la dignidad del alma humana de todas las personas, sea cual sea la religión, la tradición o la ideología política a la que pertenezcan. Y espero que se den cuenta de que el espíritu de servir voluntariamente sin recibir retribución ajena a uno mismo es bueno para el tejido social y es bueno para el alma humana”.
Los dirigentes de UNICEF EE. UU. también se reunieron con el Obispado Presidente de la Iglesia en la Manzana del Templo.
Historial de colaboración
En 2013, la Iglesia de Jesucristo brindó apoyo a UNICEF Jordania con una vacuna. En 2014, la Iglesia se unió a una coalición de organizaciones asociadas para apoyar los programas de erradicación del tétanos materno y neonatal.
El apoyo de la Iglesia ha llegado a 10 millones de mujeres con una vacuna para mantenerlas a salvo del tétanos materno-neonatal, ayudando a reducir de 50 a 12 el número de países donde la incidencia ha sido alta.
La primera asociación de emergencia tuvo lugar en 2015, con un esfuerzo para ayudar a los refugiados en Europa. Se ha llegado a más de 115 000 niños a través de la asociación Learning for Life [Aprendizaje para la vida], que se puso en marcha en la República Democrática del Congo, Kenia, Sudán y Uganda en 2018. En 2021, la Iglesia se unió a una labor mundial de distribución de vacunas contra el COVID-19.
“Desde entonces, hemos entregado 1800 millones de dosis de vacunas en todo el mundo”, destacó Nyenhuis.
Además, la Iglesia participó el año pasado en el programa mundial de UNICEF “No hay tiempo que perder” con el fin de prevenir y tratar la desnutrición infantil.
“Hoy he visto a la Iglesia viviendo realmente la misión que Jesús le encomendó de ser Sus manos y pies en sus propias comunidades y luego en todo el mundo”, concluyó Nyenhuis.
