Los pasados días 11 y 12 de mayo tuvo lugar la 24ª Conferencia de la Estaca Cartagena en las instalaciones que la Iglesia posee en el municipio de Los Alcázares y por tercera vez, miembros de la Comunidad Islámica y de la Comunidad Bahá´í, asistieron invitados a la sesión del domingo.
El evento comenzó con un preludio musical a cargo de los niños de la Primaria, quienes nos deleitaron por medio de sus canciones invitando a la compañía del Espíritu Santo. Seguido de ello, se procedió a la oración y sostenimiento de líderes y oficiales de la Iglesia. Un número musical a cargo de los jóvenes de la estaca hizo que se sintiera con más intensidad la presencia del Espíritu Santo al entonar la canción: “Soy discípulo de Jesucristo”. Tras el número musical, jóvenes que en breve comenzarán su servicio misional de tiempo completo, compartieron sus testimonios en cuanto al por qué de servir una misión. Tras los testimonios, los oradores de la mañana nos instruyeron con mensajes sobre el amor al prójimo, el servicio y la ministración a nuestros hermanos. Como broche final, el coro de adultos de la Estaca Cartagena interpretó el número musical “A Dios ofrecemos gozosa canción”.
Una vez finalizada la Conferencia, miembros de la Presidencia de Estaca junto con el Presidente del Templo y su esposa y la directora de Comunicación compartieron una comida con los miembros de la Comunidad Islámica y de la Comunidad Bahá´í. Esta comida permitió que se pudieran estrechar lazos, intercambiar opiniones en cuanto a los mensajes que habían escuchado durante la Conferencia, compartir las creencias de unos y otros, dándonos cuenta una vez más de las cosas que tenemos en común y no de las diferencias y así poder establecer proyectos de colaboración.
Al concluir la velada, los invitados expresaron su agradecimiento con las siguientes palabras: “Nos hemos sentido como en casa, muchísimas gracias”.
Agradecidos estamos nosotros de contar con la presencia de ellos en un evento tan especial para nosotros como es nuestra Conferencia de Estaca y de poder darnos a conocer, para que así puedan, por ellos mismos, saber en qué creemos y cómo somos los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“...ha llegado el tiempo en que es necesario que abráis vuestra boca para proclamar mi evangelio”. (DyC 71:1)