La Estaca de Granada colabora en Valencia

La Estaca de Granada entregó 20.500 kg de ayuda en Valencia tras la Dana de octubre con el apoyo de la comunidad y de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Lo sucedido en Valencia te baja los pies al suelo en un segundo. No somos nada sin Dios, ni podemos hacer nada sin Él.

La devastación causada en Valencia por la Dana de octubre conmocionó a toda España. La Estaca de Granada, siguiendo las recomendaciones de sus líderes, respondió de inmediato. En coordinación con los hermanos Francisco Serrano y Rafael Gómez, de la Rama de Jaén, y algunos familiares, se realizaron dos viajes a Valencia, donde se entregaron 20.500 kilogramos de ayuda que incluían alimentos, herramientas, motobombas y artículos de higiene. Estos suministros se recolectaron con la colaboración de familiares del colegio Cristo Rey, vecinos, familiares y de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que contribuyó con más de veinticinco mil euros.

Hermanos de Granada
Hermanos de la Estaca de Granada camino a entregar las ayudas en alimentos y otros suministros a sus hermanos de Valencia y Paiporta.

El hermano Gómez relató que realizaron compras el 2 de noviembre e hicieron la primera entrega de los suministros en la Estaca de Valencia el día 3. La segunda entrega se efectuó el 7 de noviembre en el centro de Paiporta. El hermano Rafael Gómez expresó que estar en Paiporta era como ver la destrucción del mundo, lo cual da mucho para reflexionar. Ver la fuerza del agua es impresionante; tráileres amontonados como si fueran piedrecitas. Hay que estar preparado psicológicamente para ver lo que vimos. El Centro de Estaca era un centro logístico donde todos ayudaban a descargar, organizar, preparar y repartir. Los hermanos en Valencia y Paiporta fueron muy amables y cariñosos, despidiéndonos con aplausos, lo cual nos emocionó. Esta experiencia me ha ayudado a ser humilde, a ver el valor real de las cosas importantes, que no son materiales. Lo sucedido en Valencia te baja los pies al suelo en un segundo. No somos nada sin Dios, ni podemos hacer nada sin Él, concluyó el hermano Gómez.

Al preguntar al hermano Gómez qué aconsejaría a los miembros de la Estaca de Granada después de esta tragedia, contestó: “Escuchar a los profetas y tener la mochila de emergencia lista”.