Cada 31 de octubre, los canarios celebran la ancestral festividad del Día de los Finaos, una tradición que permanece viva en las islas desde hace más de cinco siglos y cuyo propósito es reunir a familiares y amigos para honrar la memoria de quienes han partido de esta vida.
En la antigüedad, como parte del ritual, se solía depositar vino, carneros, cereales y otros alimentos sobre las lápidas de los difuntos. Con el paso del tiempo, la celebración incorporó elementos de la cultura popular como bailes, cantos de parrandas y música. En definitiva, constituye un patrimonio cultural fundamental de Canarias, que fomenta el diálogo intergeneracional a través de relatos y canciones.
Los miembros de la Iglesia del Barrio Dos, por iniciativa del obispado y bajo la dirección de la hermana Mari Carmen Núñez, misionera de FamilySearch, organizaron el 31 de octubre un evento en el Barrio, inspirado en esta ancestral tradición. Recordaron a quienes han cruzado el velo, compartieron historias de quienes se han ido y honraron su memoria, resaltando la importancia de la redención en el plan de felicidad de nuestro Padre Celestial. Asimismo, reafirmaron su compromiso con la investigación genealógica y con la unión de las familias mediante las bendiciones del templo y el sacerdocio.