Por Magdalena Romo Soria, Barrio Málaga 4, Estaca Granada
Cuando nos planteamos en nuestra presidencia cómo celebrar el aniversario de la organización de la Sociedad de Socorro, vino a nuestra mente emular si cabe sus humildes comienzos para así poder experimentar el gozo de pertenecer a esta noble sociedad.
Programamos un taller de costura para confeccionar almohadas del corazón que donaríamos posteriormente y concertamos varias citas para dar la oportunidad de participar al mayor número de hermanas que, por motivos de trabajo o estudios, tenían el tiempo limitado. En cada ocasión comenzábamos con un mensaje espiritual. La gran disponibilidad y la capacidad de trabajar en equipo hicieron de estas sesiones momentos de hermanamiento y satisfacción personal. Invitamos también a las mujeres jóvenes del barrio, que con su simpatía y bondad hicieron que cada encuentro fuera especialmente alegre.
El viernes 17 de marzo nos reunimos para celebrar el aniversario de la Sociedad de Socorro. Contamos con instrucción y mensajes inspirados, y después nos dedicamos a envolver las trenta y cinco almohadas confeccionadas con una pequeña tarjeta dedicatoria. En un ambiente de amor y amistad, se vivieron los momentos finales con fotos, ágape y tarta.
Se llevaron las almohadas del corazón previa cita a una asociación malagueña de mujeres operadas de cáncer de mama. Nos recibió su presidenta junto con un numeroso grupo de socias que, al ver los lindos colores de los corazones, se sorprendieron mucho. En un ambiente de fraternidad, les explicamos la historia de la organización de la Sociedad de Socorro; cómo nosotras habíamos intentado imitar esos humildes comienzos y la felicidad con que habíamos sido bendecidas en nuestras sencillas acciones.
En nuestra presidencia nos sentimos muy agradecidas a nuestro Padre Celestial por inspirarnos con tan precioso proyecto y por bendecirnos en nuestros esfuerzos y dedicación. Realmente es en la Sociedad de Socorro, y a través de ella, que las hermanas pueden experimentar sentimientos de pertenencia y valía, independientemente de sus circunstancias y posibilidades. Nuestro agradecimiento a ellas por su inestimable contribución.
