El Salvador nos dio el ejemplo de amarnos unos a otros y al hacerlo así nos convertimos en discípulos Suyos.
El Señor nos anima a dejar de lado lo que podamos como ayuda para prepararnos para afrontar las posibles dificultades futuras.
Durante estos tiempos peligrosos, es más importante que nunca sentir la influencia diaria de Dios en nuestra vida.
Como tú, las mujeres de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro y de la Mesa Directiva han vivido los altibajos de la mortalidad. Pase lo que pase, todos podemos hallar gozo en Cristo.
El Señor nos anima a dejar de lado lo que podamos como ayuda para prepararnos para afrontar las posibles dificultades futuras.
Nuestra disposición a compartir el amor del Señor puede ayudar a levantar las cargas de los demás y aligerar nuestros problemas.
Durante las pruebas de la vida, podemos hallar “primavera en el alma” y obtener fortaleza del esplendor de la música que nos rodea.
Cuando la vida es injusta, acudir al Salvador nos ayudará a ser mejores y a no amargarnos.
Al obedecer los principios del Evangelio, podemos permanecer firmes, constantes e inmutables durante nuestras pruebas.
Ruego que recordemos siempre que cada hijo espiritual de Dios viene a la tierra en su trayecto personal.
Jesucristo es el “Cuidador de nuestra alma” y tomará sobre Sí nuestro dolor, enfermedades y debilidades.
Tener esperanza en Cristo es vital para superar la adversidad y saber que nuestro Padre Eterno nos ama.